domingo, 9 de noviembre de 2008
Rafael Leoz y su mòdulo hele
Uno de los escasos medios que tenemos para hacer bajar el precio de la construcción es aplicar sistemas de construcción en serie. La necesidad de aproximar el precio de la vivienda a la capacidad adquisitiva de sus posibles compradores, llevará en el futuro a aplicar en la construccion los mismos sistemas que permiten rebajar precios s en otras areas, la fabricación en serie.
Hoy nos encontramos en plena fase de experimentar sistemas encaminados a conseguir este objetivo, de modo que todo el edificio, o al menos partes de él como las escaleras o los cuartos de baño, sean piezas prefabricadas de menor coste que las hechas in situ.
Un problema de la fabricación en serie, es que para abaratar costos, es necesario grandes tiradas iguales, lo que hace que las viviendas, por buenas que sean, produzca inevitablemente la sensación de vida en colmena, que hace que sean poco agradables para vivir en ellas. Sin embargo, la introducción de la informática en los procesos productivos, permite construir hoy, a costo razonables, miles de objetos iguales, o miles de objetos diferentes, pero obtenidos como agregación de elementos simples seriados diferentes, de modo que se pueda personalizar cada unidad, según las necesidades y gustos del cliente final.
Un automóvil es hoy la mezcla de diferentes carrocerías y motores, que se combinan con variedad de acabados de mas o menos lujo de colores y tapicerías variadas, según contrate el comprador, de forma que es difícil encontrar dos automóviles de la misma marca y modelo, exactamente iguales. Si esta misma filosofía pudiera trasladarse a la construcción de viviendas, y pudieramoscrear viviendas mezclando diversos modelos de dormitorios, cuartos de baño y cocinas y puderamos darlos diversos acabados de forma seriada, podríamos unir las ventajas económicas de la fabricación en serie y en gran medida, reducir el efecto de masificación de las barriadas. Aquí es donde vuelven a adquirir vigencia los estudios y experimentos de una de los arquitectos con mayor proyección internacional que ha producido España, Rafael Leoz.
Leoz fue un arquitecto que durante los años 60 y 70 consiguió proyección internacional, siendo considerado por sus coetáneos como uno de los mejores arquitectos del siglo XX, Sus estudios teóricos fueron admirados por arquitectos de la talla de Le Corbusier, Jean Prouve o Mies van der Rohe. Rafael Leoz consiguió reconocimiento mundial, refleejado en múltiples condecoraciones y premios de dyversos países y el ser reclamado como conferenciante en foros de arquitectura de todo el mundo. Su fama llegó al punto, de ser propuesto en 1968 para el Nóbel de la Paz por sus dedicación a la vivienda social…
La trayectoria profesionál de Leoz se centró en mejorar la vivienda social, en cómo conseguir viviendas baratas en las que se combinara la maxima libertad del arquitecto, con la producción en masa para permitir viviendas sociales más humanas. La idea base consiste en partir de un número reducido de formas simples y, por lo tanto, susceptibles de ser producidas en serie y obtener por agregación un amplio número de formas complejas, con variedad de volúmenes. Leoz encontró su inspiración en las teorías de Platón sobre la organización del espacio físico por medio de figuras geométricas.
Su solución al problema la publica en el libro “Redes y Ritmos especiales”. que trata de la forma de organizar el espacio mediante una figura geométrica forma por cuatro cubos, tres alineados y el cuarto en ángulo recto con ellos forma de la letra “L”. Estos cuatro cubos forman el módulo “Hele”, una especie de “molécula” que puede unirse entre si a modo de piezas de “Tetrix”, dando lugar a miles de composiciones tridimensional diferentes. El “Módulo Hele” obtuvo la Mención Especial Honorífica en la Bienal de Sao Paulo de 1961.
Según su hijo, “El módulo Hele se puede aplicar tanto a la construcción de casas, viviendas, pueblos, ciudades o fábricas a las que ofrece mayor calidad, rapidez de montaje y precios más económicos, como a la realización de joyas, vidrieras y obras de arte en general, pero mi padre tenía un gran interés en que se aplicara a viviendas sociales, prácticas y estéticas, donde la gente pudiera vivir más feliz»,
Lo que en el libro es pura teoría, se lleva a la práctica en 1973 con la el diseño, para el barrio de las Fronteras de Torrejón de Ardoz, de 218 viviendas experimentales promovidas por el Instituto Nacional de la Vivienda.
Según la memoria del proyecto, “el fin primordial es la experimentación desde diferentes campos: constructivo, económico, sociológico y psicológico del individuo, la familia y la agrupación de familias que permita estudiar el comportamiento de una comunidad lo suficientemente pequeña como para conservar lazos humanos” Superada la fase de diseño, en 1975 comienza la construcción, pero Rafael Leoz no la verá terminadas, pues fallece el 28 de julio de 1976 con solo 55 años y antes acabada la obra.
Se trunca así no solo una vida sino el desarrollo de una posible solución para gacer mas humana la vivienda social. Pese a que en 1969 se creó la “Fundación Rafael Leoz para la Investigación de la Arquitectura Social”, sus discípulos no supieron continuar su obra y poco a poco su fama y sus teorías fueron sepultadas por el olvido.
Leoz nació en Madrid en 1921 y en la Escuela de Arquitectura de Madrid estudia arquitectura, donde además fue profesor. En 1955, comenzó a trabajar en planes para la erradicar el chabolismo, interesándose por el problema que plantea la vivienda social. En 1960 se centra en la investigación de la producción seriada de viviendas sociales, abandonado cualquier otra ocupación. Dedica su vida de forma alturista, a investigar nuevos métodos para la construcción de viviendas sociales
Curiosamente en Madrid no recuerda con una calle o un monumento la memoria de su gran hijo arquitecto, pero en cambio, exhibe un subproducto de su genialidad. Una escultura, “Estructuración hiperpoliédrica del espacio”, que es fruto menor de sus estudios por seccionar el espacio geométricamente.
Si alguien se acerca al Museo al aire libre que existe en la Castellana, bajo el Puente de Juan Bravo, podrá observar un cubo en acero inoxidable de que contiene un poliedro de Lord Kelvin, formado por 6 cuadrados y 8 hexágonos, y dentro de éste un octaedro regular, con la repetición dos veces más de esta misma secuencia hacia el interior
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